Viernes, 07 Noviembre 2014 00:00

Consultoría y Ética

CONSULTORÍA Y ÉTICA

Biól. Raul Arriaga Becerra

Consultor Ambiental

 

La Consultoría Ambiental es una actividad profesional que ha cobrado auge y relevancia en México y en el mundo, particularmente en nuestro país en años recientes, la actividad de la Consultoría se ha visto enriquecida por el cúmulo de experiencias de diversos grupos de Consultores que, en aras de ofrecer servicios cada vez mas completos e integrales, van conformando prácticas relevantes para el proceso de Consultoría.

 En este intenso desarrollo de los servicios de Consultoría, como en cualquier actividad profesional, surgen y desaparecen Consultores; sin embargo, la demanda de servicios se acrecienta y se requiere de grupos cada vez con mayor experiencia y compromiso. La tarea de la Consultoría ha sido cuestionada, fundamentalmente por personas que conocen limitadamente, tanto el trabajo del Consultor, como lo que esta tarea representa, por ello, el tema de Consultoría y Ética, representa una aportación que busca ofrecer una visión clara de lo que esta actividad representa y el campo en el que se desenvuelve, buscando vincular la actividad profesional al tema de la Ética, con lo cual, su tarea profesional puede ser mejor entendida, apreciada y valorada.

 Para abordar el tema de Consultoría y Ética, es preciso establecer como obligado punto de referencia la definición de ambos términos, no sólo desde la perspectiva lingüística, sino, desde la óptica de su aplicación y uso en la sociedad.

 La Ética, como lo señala el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (2001) es el “Estudio del comportamiento humano en su calidad de Bueno o Malo”, esto significa que la ética es la Disciplina que estudia las Normas que procuran la positividad o bondad de los actos humanos, en este sentido nos referimos a la positividad de los hechos que se identifican en la conducta de la sociedad; Sunn (2002), lo resume de una forma sencilla, la ética es “lo que debe de ser”. Es claro que para cada sociedad estos elementos se aplican de forma diversa en función de la cultura y las costumbres de la sociedad misma; sin embargo, el hecho final, es que la ética se valora en la perspectiva de la positividad de los hechos que la propia sociedad determina como buenos; este hecho se relaciona con lo que la Moral determina para una sociedad en particular. El concepto de “Moral”, se encuentra estrechamente ligado a la ética, tanto así que ambos conceptos se han tomado como sinónimos en diversas ocasiones y, si bien se encuentran estrechamente relacionados desde sus orígenes, su definición y alcance es diferente.

 La Ética deriva del vocablo Griego Ethos (escrito con la letra Griega eta), es la morada, el abrigo permanente que debe de construir el hombre para su vida y bienestar, en tanto que el vocablo ethos (escrito con la letra Griega épsilon),se refiere al conjunto de costumbres y tradiciones culturales del pueblo, de aquí que Ethos y ethos refieren a Ética y Moral respectivamente, y de manera conjunta se entiende como el conjunto de hábitos y costumbres que tienen como propósito hacer de la morada humana y del medio social algo sostenible, autónomo y habitable para todos, algo por tanto bueno y causa de felicidad; la Moral (mos, moris en latín) significa, exactamente, las costumbres vigentes, los hábitos consagrados y los valores comunes de una determinada cultura. (Boff, 2001). Así, la Ética es la disciplina que inspira la Ley, la cual es necesaria para evitar y resolver los conflictos de intereses entre individuos y entre sociedades. En este sentido la Teoría de Heagel ha definido la cualidad de Ético, como la “Síntesis del Derecho y la Moralidad en las instituciones Sociales”.

 Por otro lado se tiene el concepto de Consultoría; Fritz Steele, define la Consultoría como “El proceso de proveer ayuda en el contenido, proceso o estructura de una tarea o serie de tareas, donde el Consultor no es responsable de realizar la tarea por si mismo, pero ayuda a aquellos que lo son”. Esta definición deja en claro que la tarea del Consultor es en todo momento “externa” a la organización que le requiere. Por otra parte, Peter Block, señala que se realiza Consultoría en cualquier momento en el cual se esta tratando de cambiar o mejorar una situación pero no se tiene control directo sobre su implementación, lo cual es claramente coincidente con la definición de Steele, considerando que en todo momento el trabajo es de carácter externo a la organización que demanda los servicios de Consultoría. La definición que Greiner y Metzger señalan conjuga ambas perspectivas, al señalar que “…la Consultoría es un servicio de asesoría contratado por y proveído por organizaciones con personal especialmente entrenado y calificado que ayudan de forma objetiva e independiente a la organización cliente a identificar problemas, analizarlos y recomendar soluciones a los mismos, y a contribuir, cuando es requerido, en la implementación de soluciones”.

En congruencia con lo anterior el Consultor debe de cubrir los siguientes elementos:

 

Conocimiento y Habilidades: tanto adquiridas en la formación profesional convencional, como en la práctica profesional

Servicio e Interés Social: que sirve al interés de su cliente, desde una perspectiva social más amplia

Normas Éticas: sobre las cuales debe de basar el comportamiento con su cliente y la sociedad

Autodisciplina y Autocontrol: al subordinar su interés personal al de su cliente, debe de desarrollar su profesión consistentemente con los otros tres criterios

 

Por otra parte, las 6 Normas Éticas que todo consultor debe de observar en el ejercicio de su profesión son: Interés del Cliente; Imparcialidad y objetividad; Confidencialidad; Ética en la comercialización; Valor por el dinero y Amplio Interés Social. La aplicación de estas normas básicas, orientan la labor del consultor en función de la Ética Profesional, la cual se ve enriquecida en su orientación y alcance por los diferentes Códigos de Conducta de la Consultoría que han sido desarrollados por diversas organizaciones de profesionales de la Consultoría como son el de la Federación Europea de Asociaciones de Consultores (FEACO); el Código de Ética y estándares Profesionales de la ACMF (Association of Consulting Management Firms) y en particular en México la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría (CNEC). En todo momento el Consultor deberá de observar los Códigos de su Profesión y sus propios valores morales y éticos.

 En todo momento el Consultor debe de estar conciente de que el servicio que comercializa es un “intangible”, por lo tanto la estrategia de comercialización debe de observar diferentes elementos a los comunes de otros “Productos o Servicios”; algunos de los elementos importantes a observar son: la Reputación Profesional e imagen del Consultor, lo que implica calidad, originalidad, satisfacción costo-beneficio, integralidad e integridad; la Experiencia anterior, es decir, cual ha sido su trayectoria profesional, que ha hecho, en donde, con que resultados; Comunicación clara, es decir disponer de la habilidad para cooperar con el cliente y brindar confianza. Estos elementos contribuyen a un buen desempeño en el proceso de comercialización de sus servicios, sin caer en otro tipo de mecanismos, que pueden dar una imagen errónea de su persona y sus servicios ya que el Cliente enfrenta una serie de temores al requerir, buscar y contratar los servicios de un Consultor, existe resistencia a admitir que requiere de un Consultor y dudas acerca de la capacidad e integridad del Consultor, así como temor a volverse “dependiente” del mismo y temor a excesivas tarifas por el servicio.

 Bajo estas consideraciones, la relación que debe de darse entre Consultor y Cliente en el ámbito de los servicios ambientales, esta aderezada por el entorno que la Legislación Ambiental establece en el desarrollo de los proyectos de inversión que debe de cumplir con la Normatividad Ambiental. Por un lado el Cliente, promovente de un proyecto de inversión, requiere de los servicios de un Consultor Ambiental que debe de conducirse en apego a los principios antes mencionados, así como observar, en función del interés de su cliente y de la sociedad, el marco regulatorio que aplica al tema ambiental. Surge entonces un cuestionamiento sobre la conducta del Consultor: ¿Cuál es el comportamiento que en un marco de Ética Profesional deben de asumir los equipos de Consultoría ante la “falta de independencia” que tienen que asumir al trabajar los estudios de Impacto Ambiental bajo contrato con un cliente que requiere que su proyecto sea aprobado?.

 Este planteamiento parece sesgado en función de una única responsabilidad: la del Consultor, como si el trabajar para un tercero, bajo una forma de relación laboral legal (y por tanto ética), como lo es un contrato, comprometa su independencia y su ética. En este sentido, es posible afirmar que la Ética es una y es independiente de la relación laboral o “compromiso” como se señala; por otra parte, el Consultor pone al servicio de su Cliente su experiencia, capacidad, conocimientos, pero no su vida ni su integridad Moral. El valor de un Consultor para un Cliente es precisamente su opinión independiente de sus subordinados, su obligación Moral es brindarle asesoría objetiva.

Otro cuestionamiento al trabajo del Consultor es el relativo al comportamiento que debe de asumir el Consultor cuando se enfrenta al problema de ver menospreciado su trabajo y en consecuencia disminuido el pago del mismo por una competencia que tiende a abaratar los estudios de Impacto Ambiental; esto es ¿Debe de sacrificar la calidad de los estudios que realiza ante pagos cada vez mas desmeritados? Sobre esta duda, es posible señalar de nueva cuenta, que la Ética es una e independiente de la cantidad pagada por el servicio, en todo caso esto depende mas del Consultor, su capacidad, experiencia y el valor del servicio que presta; la verdadera competencia se basa en la calidad del producto o servicio, no en el precio, esto depende de la capacidad del Consultor para que su trabajo sea apreciado, en todo caso la pregunta sería ¿Es Ético malbaratar un trabajo Profesional disminuyendo su calidad?, es obvio que un Consultor Profesional, difícilmente pondrá en riesgo su prestigio por la calidad y/o precio de un trabajo; en todo caso, el valor de su servicio de Consultor parte de su capacidad y su habilidad para convencer al Cliente sobre el valor de su trabajo; de cualquier forma, al ofrecer sus servicios, el Consultor vende su trabajo, pero no con ello compromete su integridad ética y moral.

 

CONCLUSIONES

 Es claro que la Ética es la disciplina que estudia las Normas que procuran la positividad o bondad de los actos humanos. En este sentido, la Norma Ética por excelencia en cualquier cultura es La Ley.

 El Consultor en todo momento debe de observar los códigos de conducta de su profesión al brindar sus servicios profesionales. El Valor de su servicio esta en función de su Capacidad, su experiencia, su prestigio, su habilidad para convencer y que su trabajo sea valorado adecuadamente. Al ofrecer sus servicios, el Consultor vende su trabajo, lo cual no compromete su integridad Ética y Moral.

 En todo momento, el Consultor deberá de observar los 6 principios básicos de la Consultoría Profesional: No vender más de lo que puede entregar; No vender fuera de sus capacidades reales; Abstenerse de denigrar a otros Consultores; Nunca olvidar que se esta vendiendo un servicio Profesional; Mantener en equilibrio una alta calidad técnica en la ejecución y en la venta; y Observar las necesidades y deseos del Cliente como punto focal de venta.

Es evidente que la labor profesional de la Consultoría, demanda una constante y permanente capacitación y actualización, así como una estrecha relación, tanto con su Cliente, como con la autoridad que, al final de cuentas, es quien mejor califica su trabajo. Una buena Consultoría es aquella que ofrece soluciones en busca del equilibrio de intereses en función a un proyecto, basado en la ética, la moral y por supuesto la Ley.

 

Referencias Bibliográficas:

  • Block, P. 1981. Flawless consulting: A guide to getting your expertise used. Learnening Concepts. USA
  • Boff, L. 2001. Ética Planetaria desde el Gran Sur. Ed. Trotta. Madrid. España.
  • Greiner, L.E. & Metzger, R.O. 1983. Consulting to management. Prentice Hall, New Jersey, USA
  • Kubr, M. 1986. Management Consulting: A Guide to the Profession. Second Edition, Geneva, International Labour Office.
  • Steele, F. 1982. The role of the internal consultant. CBI Publishing. Boston Ma.
  • Sunn, A. 2002. Hacia una nueva Ética. Ed. Polémica. España.
  • Whitmyer, C. 1998. La Atención y la vida laboral. Ed. Troquel. Buenos Aires, Argentina.
  • Real Academia Española, 2001. Diccionario de la Lengua Española. Vigésima Segunda Edición. ESPASA. Madrid. España.
Publicado en Proyectos Nacionales

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