De acuerdo al Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco), en México la planeación nacional turística no cuenta con evaluaciones de impacto ambiental; ni siquiera las políticas del Fondo Nacional del Turismo (Fonatur) ni los Centros integralmente Planeados (CIP´s) lo que ha ocasionado una "enorme" pérdida de biodiversidad.
En su informe a octubre de 2013, titulado "La Nueva Política Turística" para recuperar la competitividad del sector y el desarrollo regional, el Imco reconoce que México tiene todo para convertir al sector turismo en uno de los más competitivos del mundo pero "debe evitar los errores del pasado" que han ocasionado que a la fecha se hayan perdido -por ejemplo- 65 por ciento del inventario nacional de manglares, riqueza por la que nuestro país ocupa el 4 lugar mundial.
El estudio cita a los manglares porque en el año 2000 México poseía 880 mil hectáreas, mismas que se han perdido -en un 65 por ciento-, de manera directa o indirecta por el turismo.
El caso más relevante -explicó el Imco-, es el desarrollo turístico de Cancún mismo que ha implicado la perdida de mil 20 hectáreas de manglar tan sólo entre 1970 y 1990; mientras que en la Riviera Maya se han perdido mil 860 hectáreas desde 1976.
El problema no es menor, según el Imco debido a que las tendencias mundiales muestran que hoy los viajeros buscan más que sol y playa, el turismo ecológico y sustentable.
Por ejemplo, el 60 por ciento de los turistas americanos y australianos, así como el 90 por ciento de los británicos contemplan antes de cualquier viaje la protección al ambiente y el apoyo a las comunidades locales como parte de la responsabilidad social de un hotel o desarrollo turístico. Incluso señalan las estadísticas del informe sobre la Nueva Política Turística, el 44 por ciento de los turistas norteamericanos -que dicho sea de paso es nuestra principal fuente de visitantes extranjeros-, considera importante el impacto ambiental cuando planea un viaje y un 43 por ciento se identifica como eco-conscientes y dispuestos a pagar hasta un 5 por ciento adicional por un viaje responsable, mientras que el otro 40 por ciento pagaría hasta un 10 por ciento extra, si su viaje respeta el medio ambiente.
Sin embargo, en México no existe un cuidado a esa riqueza que es el atractivo de los destinos turísticos, de acuerdo al World Resource Institute, consultado por el Imco, 10 por ciento del segundo arrecife más grande del mundo, localizado en la península de Yucatán y el Caribe mexicano, podría perderse en el mediano plazo por la degradación que ha ocasionado el turismo de la zona, lo que implicaría un costo económico, de 50.48 millones de dólares.
Estas, señala el Imco, solo son muestras de que la planeación de los polos turísticos no contemplan su impacto fuera de la zona turística. "En 1995 se realizó la primera evaluación de las zonas costeras de México, y una de las principales conclusiones fue que los impactos en los centros turísticos son "extremos" en las principales zonas turísticas de Ixtapa, Acapulco, Los Cabos, Huatulco, Mazatlán y Cancún y de "moderadas a intensas" en Boca del Río y Cozumel.
Fuente: http://www.oem.com.mx/laprensa/notas/n3296051.htm

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