Viernes, 27 Septiembre 2013 10:21

Cobran desastres descuido ambiental

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Cobra desastres el descuido ambiental 

José Sarukhán advirtió la existencia de un modelo de corrupción para hacer obras en terrenos irregulares, advirtiendo que se está pagando la factura por l daño causado a su capital natural. Para el titular de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la capacidad del país para prevenir y enfrentar fenómenos como los ciclones que azotaron a varios estados en días pasados se ha visto mermada por la presión sobre selvas y bosques, que compromete los servicios ambientales que prestan. "¿Qué pasa cuándo quitamos los árboles? Lo que hemos visto por todos lados, los deslaves fenomenales, porque ya no hay vegetación que amortigue el golpe, que infiltre el agua", señala en entrevista. 

En Acapulco, indica, se deforestaron las montañas que rodean la bahía y se urbanizaron tanto las partes altas del anfiteatro como las faldas de los cerros. "¿Qué pasó? Que ya no había bosque, había calles, que hicieron que el agua bajara de golpe e inundara casi instantáneamente las zonas de abajo", apunta. Ante la pregunta de si el alud que sepultó a por lo menos 68 personas en la comunidad de La Pintada, en el municipio de Atoyac de Álvarez, fue provocado por deforestación, Sarukhán asiente. "Eso es precisamente. Cuando hay deforestación en las partes bajas tiene sus problemas, pero cuando lo hacemos en las partes altas de las montañas (...), cuando los bosques de arriba se van, el agua ya no cae y penetra en el suelo", insiste. -¿Las construcciones sobre humedales contribuyeron a las inundaciones en Acapulco- se le cuestiona. - No sólo esas, sino también las construcciones en áreas de gran pendiente. Ahí tenemos el otro elemento, el incremento de riesgo en los lugares que se ocupan como desarrollos urbanos, que no son otra vez sino efecto de la irresponsabilidad humana, igual que la deforestación al mayoreo- responde. Se trata, advierte el ex Rector de la UNAM, del resultado un modelo que se impuesto en muchos lugares del país. "Le voy a dar el modelo: es un líder político corrupto que trabaja con el presidente municipal del lugar y con algunos de los concejales, a sabiendas muchas veces de los gobernadores. Hacen un desarrollo, se reparten los dineros, alguien gana votantes por una ocasión, me imagino, no sé. Y... échele, ahí tiene a los culpables", resume.

No es que los ciclones se ensañen con la población más marginada, subraya, es que la gente ha sido engañada y manipulada. "Les tomaron el pelo en su momento dándoles tierras gratis en lugares absolutamente vulnerables, como los cauces de los ríos y las vegas bajas de los ríos, o como en Tabasco en áreas que están por debajo del nivel del mar", detalla. Sarukhán extrae un mapa de México elaborado por la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de Estados Unidos, con todos los trazos de las tormentas tropicales y ciclones que han impactado en el país en los últimos 60 años. Son cientos de líneas, que invisibilizan al Océano Pacífico y al Golfo de México.

Uno que otro trazo libra las cordilleras costeras e ingresa tierra adentro, hasta el centro del país."Está rudo ¿no?", dice tras una breve silencio. "No es que se ensañen, sino que (los ciclones) impactan en las zonas montañosas. Las comunidades rurales se no van a vivir a Guadalajara y a la Ciudad de México y León. Se quedan en el campo, porque ahí está su patrimonio, ahí tienen sus parcelas, sus terrenos".

Responsabilidades . Los graves daños provocados por desastres naturales como los que se han registrado en México a últimas fechas, insiste Sarukhán, son un expresión de un problema mundial que consiste en que el beneficio privado domina totalmente sobre el bien social. "El que una compañía, una cadena de hoteles o una persona hagan lana y se beneficien tiene precedencia sobre las consecuencias sociales que eso pueda generar, y que además ni se miden. Se suelta dinero, se lubrica el proceso y listo, vámonos, y no hay una consecuencias de esto, y mientras no haya consecuencias de esos actos, va a seguir haciéndose", alerta. "Con la corrupción y la impunidad que tenemos, ¿cuándo lo paramos? Hay que empezar a aplicar las leyes. Ya tenemos un código penal ambiental que debería empezar a instrumentarse realmente".

El coordinador nacional de la Conabio señala otro problema inminente: los puentes de carreteras, construidos con normas de flujo de ríos de hace 40 o 50 años, y en algunos casos más. "Ahora, esos ríos llevan corrientes brutalmente superiores a las que tenían antes. ¿Cuánto tiempo van a durar esos puentes?", pregunta. "¿Quién está haciendo una revisión y una evaluación de en qué estado se encuentran?"

Del Periódico en línea Reforma. http://www.reforma.com/estados/articulo/715/1429578/

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